Carmen es la viva imagen de mujer trabajadora. Su historia, a través de diferentes épocas es digna de admiración. A lo largo de los años ha luchado por sacar adelante sus distintos negocios. Ella es: Mujer, luchadora, autónoma y de ATA: se jubila nuestra socia más antigua.
Esta socia a la que hoy otorgamos este certificado de reconocimiento en Sevilla nació en el mismo año que estalló la guerra civil. En plena posguerra empezó a trabajar con tan solo diez años. Ayudaba a su padre en un humilde comercio de perfumería ubicado en el barrio sevillano del Porvenir.
Durante años, compaginó el estudio con el trabajo. De hecho, tras el fallecimiento de su padre y hasta que se casó a los 25 años siguió trabajando en el negocio familiar. Posteriormente, tras casarse empezó a trabajar con su marido en el negocio de este llevando a cabo distintas tareas de ventas, mantenimiento y reparación de material de oficina.
Siempre a la sombra de una figura masculina, pero incansable, es la frase que mejor define a nuestra socia que hoy reconocemos. Sobre el año 1980, ella y su marido empezaron a ser proveedores de material para hospitales en el sector del catering, de la cocina y de artículos de uso doméstico.
No fue hasta el año 2010 cuando Carmen decidió darse de alta como autónoma para optar a alguna prestación por jubilación en el futuro.
En la actualidad, está de baja laboral porque ya se encuentra incapacitada, pero su doctor quiere tramitar su jubilación en cuanto le dé el alta médica, a pesar de la negativa de ésta, porque quiere seguir trabajando. Carmen tiene 89 años.
En nombre de todos los compañeros que formamos parte de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Andalucía (ATA), recibe Carmen hoy un aplauso enorme por tu labor y este certificado de reconocimiento al trabajo como una mujer que es todo un ejemplo para todas las mujeres y hombres autónomos de este país.
